Cómo mucho sabréis o no...soy estudiante de Pedagogía.
Vuelvo otra vez con mi gusto a la polémica y mi vena pedagógica,opiniones para todos los gustos,lean y comenten.
Creo que hay cosas interesantes en ambas posturas,aunque no hay que quedarse en lo fácil y razones no argumentadas.
Defensa::http://www.elpais.com/articulo/educacion/defensa/Pedagogia/elpepusocedu/20081215elpepiedu_4/Tes
http://categoriamatices1.blogspot.com/2008/04/la-necesidad-de-la-pedagoga-1.html
Y crítica:
Panfleto Antipedagógico: http://www.antipedagogico.com/
http://www.elpais.com/articulo/educacion/estafa/ensenar/ensenar/elpepusocedu/20081208elpepiedu_3/Tes
Si le veo acogida:profundizo más,y daré mi opinión.
Un besote educador.
P.d.En el siguiente posts inaguración pomposa de otra ventana crítica.
3 comentarios:
Estudiantes que no estudian
profesores que no enseñan
individuos no haciendo lo que desean
lo que sienten
si es que sienten
que no están ni sueñan
maestros perdidos dan clases de cartografía
daltónicos, del color
analfabetas, de literatura
frustrados, de psicología
y muertos, de la vida
sujetos cobardes
sujetos con miedo
sujetos muertos
intereses mezquinos
mala fe
buena fe que nadie cree
traición
ceguera
y fraude
sujetos extraordinarios que se van
gente ordinaria que permanece
gente nefasta para soportar la guerra
gente ordinaria para hacerla
gente buena que claudica
gente apocada que abandona
gente olvidada en lo marginal
gente diferente en la periferia
gente común que llena los silencios
gente frecuente que sobrevive su trabajo
gente en las oficinas de siempre
que alguien les dé una puerta de salida
a esos pasillos cansados
a esas ideas vacías
y enfermas aulas
enfermos textos
viejas palabras
enfermo tiempo
desperdiciado
derramado
perdido
olor fétido en las palabras
en los enunciados
las oraciones
autores que escriben panfletos que nos analizan
panfletos que nadie lee
panfletos inútiles
panfletos del fracaso
panfletos devoradores de bosques
nauseabunda hipocresía
mediocre gente
mundo que se destruye
ciudad que se pierde
ciudad que se ahoga y ahoga a sus habitantes
recesos crueles
tráfico de viernes
tráfico de sábado
tráfico de armas, drogas y personas
soledad de domingo
rutina que no se detiene
tristes lentes
cielos y constelaciones olvidadas
poblaciones exterminadas
espectaculares por todos lados
aviones cayendo en llamas
epilepsia colectiva
miopía colectiva
amnesia colectiva
tristes guerras
bocinas que suenan
sirenas que se quedan
cambios imposibles de carriles
distimia que nos duerme
distimia que nos separa
distimia que nos pierde
absurdas luces de semáforos
calles que eran ríos
ríos estancados
ríos de concreto
ríos de metal
ríos de vómito
vómito de autos
humo de su escape
humo que impide el nuestro
humo nos rodea
humo nos limita
humo nos penetra
humo que respiramos
humo va cambiando la piel
cambiando su olor
cambiando su color
cambiando su textura
cambiando nuestra ideas
nos hacemos grises
de autos grises
y ánimo gris
pensamientos grises
y computadora gris
casas grises
y asombro gris
tabiques grises
y futuro gris
historias grises
y escuela gris
salones grises
de maestros grises
con alumnos grises
medio muertos
medio vivos
medio faltos
de lo necesario
de lo imprescindible
del aire
todo a medias
a medias todo
a medias los esfuerzos
a medias las pasiones
a medias los refuerzos
a medias las sesiones
a medias los cambios
a medias las clases
a medias los horarios
a medias los andares
a medias los calendarios
a medias sus festejos
a medias sus fiestas
a medias sus momentos
a medias sus cenas
y a medias lo celebran
poco a poco cada día
no a medias lo contagian
deficientes pretendiendo
disminuidos sonriendo
conformes infelices
ingenuos prisioneros
cobardes cautivos
asesinos indigentes
no les quiero.
Juan Manuel de J. Escalante
hansic
Yo creo que estoy más con la postura "en contra de" por llamarlo de alguna manera... Quiero decir que tampoco hay que ser tan radical. Pedagogos sí o no. No creo que sea cuestión de eso, pero bueno...
Lo cierto es que creo que sí que algunos tienden a "idealizar" demasiado la enseñanza. Y en ese sentido, lo que hay en las aulas, sólo lo sabe el que está en las aulas y se enfrenta a esos pequeños cafres todas las mañanas. A mí me parece que se es demasiado condescendiente con los niños de ahora. Y no quiero decir con ello que esté a favor de lo de "la letra con sangre entra", que tampoco. Sino que hoy se tienen demasiados miramientos con ellos. No sé... parece como que se fueran a pillar un trauma por estudiar y esforzarse un poco...
En mi época no había tantas gilipolleces de acrónimos varios y planes especiales pa unos y otros y, creo, que los resultados eran mucho mejores. Honestamente no creo que sirvan de gran cosa. Sólo para que ellos se acomoden en su postura de no hacer ni el huevo y creerse con todos los derechos y ninguna obligación.
No entiendo por qué esa especie de "obsesión" porque "el niño no se desmotive", "el niño tal y cual..." que parece que no se les puede ni toser no se vayan a traumatizar las criaturitas. Tienen que aprender a esforzarse. A trabajar. A saber que en la vida no te dan las cosas hechas... Mucho rollo de pamplinas en la ESO y en el bachiller y estamos haciendo a los niños tontos. Que después llegan a la facultad (los que llegan) y no saben hacer la "O" con un canuto.
A mi me parece bien que los profesores intenten hacer sus clases amenas para captar la atención de los alumnos, o motivarles o lo que sea. Pero de ahí, a que deba convertirse en "obligación"... pues tampoco me parece... Más que na porque a mí me enseñaron de pequeña que en la vida hay que hacer cosas que gustan más y cosas que gustan menos. Y a la escuela uno no va a divertirse, sino a estudiar y a aprender. Que, oye, si vas y de paso te gusta cómo imparten las clases pues mejor que mejor. Pero no entiendo la escuela como lugar de "ocio", la verdad. Los profesores no están allí para contar chistes, sino para impartir asignaturas que te podrán gustar más o te podrán gustar menos. Pero es lo que hay. Y si no te gusta, pues te las estudias igualmente, porque es tu OBLIGACIÓN como estudiante.
Y dicho así tal vez suene muy estricto, pero es que es así. Cada edad requiere hacer cosas que no nos gustan. De mayor toca trabajar, y de pequeños nos toca estudiar.
Y ya te digo que no estoy en contra de que hagan las clases más amenas. Que de esto, hay de todo. Yo he tenido profesores que sin necesidad de hacer las clases especialmente amenas me han llegado, por así decirlo. Sabían transmitir a sus alumnos su "pasión" por la asignatura que impartían. Y otros que, aunque se veía que sabían tela, se explicaban fatal. Las primeras te costaba menos pillarlas, las segundas más. Pero la RESPONSABILIDAD de llevarlas bien empolladitas a examen era sólo tuya. Y si no te aclaras con la asignatura, pues vas a tutoría, lo estudias por el libro en vez de por los apuntes... En definitiva, te buscas las papas, vaya... Que en la vida nadie te va a regalar na.
Que una cosa es incentivarlos y otra consentirles. En mi época las actividades extraescolares que teníamos en el cole eran segundo idioma, dibujo artístico, hasta una de "hogar" (manualidades, mayormente, pintar camisetas, azulejos, hacer tacitas de barro, cajitas con cartón y cola...), en definitiva, actividades de provecho (algunas más provechosas que otras, todo sea dicho, pero de provecho al fin y al cabo que pa algo es un colegio). Y hoy, pa que se apunten a algo hasta les preguntan que qué quieren hacer... (que tampoco me parece mal, pero hasta cierto punto...) que si te dicen de poner un taller de parkour, pues hala, lo montais y tol mundo allí a dar saltos por las mesas y a tirarse por las ventanas... y eso... tampoco me parece... la verdad...
Un besito, Elo. Espero que no te haya sentado mal mi opinión, como pedagoga que eres. No es mi intención ofender a nadie.
Suscribo el comentario anterior, incluyendo las disculpas.
En España, todo se trata de solucionar apelando a la pedagogía. ¿La baja participación política? Culpa de la mala educación. ¿Accidentes de tráfico? Es cosa de una mala educación. ¿La gente es maleducada? Es que ha sido "mal educada".
La educación es importante, por supuesto, pero en su justo término. No es la panacea por la que muchos parecen tomarla. No hace ciudadanos más justos ni más buenos: la enseñanza forma, da conocimientos, pero no señala la meta a la que deberán dedicarse esos conocimientos. Los alumnos son individuos, al fin y al cabo, y responsables de sus acciones y opciones morales.
Saludos
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