" Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana, luego de un sueño agitado, se encontró en su cama convertido en un insecto monstruoso. Estaba echado sobre el quitinoso caparazón de su espalda, y al levantar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas durezas, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia. "
F.Kafka.
Y despertar, convertida en otra radicalmente diferente
Foto:Eloië
3 comentarios:
No hace falta despertarse para cambiar, basta con soñar el cambio y ponerse manos a la obra, yo ando en ello... si te quieres apuntar...
Mientras no halla ajo, ganial
Llevo cuatro días soñando con soñar... que asco...
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